Me pasa a veces que me encuentro hablando sólo en voz alta sobre un tema y se mete mi segunda personalidad a discutir porque opina lo contrario. La cosa se acalora, se agita, nos empezamos a pelear y cuando estoy casi yéndome a las manos entra el tercero, conciliador, diciendo algo como “paren, che, no se peleen, cortenlá” y la cosa se tranquiliza y termino haciéndome las paces.
Guille, mientras no llegueis a las manos, tu tranquilito! No quiero verte en plan Van Gogh cortandote una oreja porque tu segunda personalidad tiene el dia tontorron 🙂