Mozart es la prueba irrefutable de la no-existencia de Dios:
Es inconcebible un Dios tan sádicamente hijo de puta que lo haya matado.
Mozart es la prueba irrefutable de la no-existencia de Dios:
Es inconcebible un Dios tan sádicamente hijo de puta que lo haya matado.
Una sola palabra: ¡brillante!
OBSERVACIÓN: Este artículo fue publicado en el NEW YORK TIMES,
WASHINGTON POST, USA TODAY y en los mayores diarios de EUROPA y JAPÓN.
En Argentina y el resto de Latinoamérica, este artículo no fue publicado.
No todos los días un brasileño le da una buena y educadísima bofetada a los estadounidenses. Durante un debate en una universidad de Estados Unidos, en julio 2007, le preguntaron al ex gobernador del Distrito Federal y actual Ministro de Educación de Brasil, CRISTOVÃO “CHICO” BUARQUE, qué pensaba sobre la internacionalización de la Amazonia.
Un estadounidense en las Naciones Unidas introdujo su pregunta, diciendo que esperaba la respuesta de un humanista y no de un brasileño. Ésta fue la respuesta del Sr. Cristóvão Buarque:“Realmente, como brasileño, sólo hablaría en contra de la internacionalización de la Amazonia. Por más que nuestros gobiernos no cuiden debidamente ese patrimonio, él es nuestro.
Como humanista, sintiendo el riesgo de la degradación ambiental que sufre la Amazonia , puedo imaginar su internacionalización, como también de todo lo demás, que es de suma importancia para la humanidad.Si la Amazonia , desde una ética humanista, debe ser internacionalizada, internacionalicemos también las reservas de petróleo del mundo entero. El petróleo es tan importante para el bienestar de la humanidad como la Amazonia para nuestro futuro. A pesar de eso, los dueños de las reservas creen tener el derecho de aumentar o disminuir la extracción de petróleo y subir o no su precio.
De la misma forma, el capital financiero de los países ricos debería ser internacionalizado. Si la Amazonia es una reserva para todos los seres humanos, no se debería quemar solamente por la voluntad de un dueño o de un país. Quemar la Amazonia es tan grave como el desempleo provocado por las decisiones arbitrarias de los especuladores globales. No podemos permitir que las reservas financieras sirvan para quemar países enteros en la voluptuosidad de la especulación.
También, antes que la Amazonia , me gustaría ver la internacionalización de los grandes museos del mundo. El Louvre no debe pertenecer sólo a Francia. Cada museo del mundo es el guardián de las piezas más bellas producidas por el genio humano. No se puede dejar que ese patrimonio cultural, como es el patrimonio natural amazónico, sea manipulado y destruido por el sólo placer de un propietario o de un país. No hace mucho tiempo, un millonario japonés decidió enterrar, junto con él, un cuadro de un gran maestro. Por el contrario, ese cuadro tendría que haber sido internacionalizado.
Durante este encuentro, las Naciones Unidas están realizando el Foro Del Milenio, pero algunos presidentes de países tuvieron dificultades para participar, debido a situaciones desagradables surgidas en la frontera de los EE.UU. Por eso, creo que Nueva York, como sede de las Naciones Unidas, debe ser internacionalizada. Por lo menos Manhatan debería pertenecer a toda la humanidad. De la misma forma que París, Venecia, Roma, Londres, Río de Janeiro, Brasilia…cada ciudad, con su belleza específica, su historia del mundo, debería pertenecer al mundo entero.
Si EEUU quiere internacionalizar la Amazonia, para no correr el riesgo de dejarla en manos de los brasileños, internacionalicemos todos los arsenales nucleares. Basta pensar que ellos ya demostraron que son capaces de usar esas armas, provocando una destrucción miles de veces mayor que las lamentables quemas realizadas en los bosques de Brasil.
En sus discursos, los actuales candidatos a la presidencia de los Estados Unidos han defendido la idea de internacionalizar las reservas forestales del mundo a cambio de la deuda. Comencemos usando esa deuda para garantizar que cada niño del mundo tenga la posibilidad de comer y de ir a la escuela. Internacionalicemos a los niños, tratándolos a todos ellos sin importar el país donde nacieron, como patrimonio que merece los cuidados del mundo entero. Mucho más de lo que se merece la Amazonia. Cuando los dirigentes traten a los niños pobres del mundo como Patrimonio de la Humanidad, no permitirán que trabajen cuando deberían estudiar; que mueran cuando deberían vivir. Como humanista, acepto defender la internacionalización del mundo; pero, mientras el mundo me trate como brasileño, lucharé para que la Amazonia sea nuestra. ¡Solamente nuestra!”
El fin de semana pasado fuimos a comer a un restaurante japonés con amigos, de esos que uno se sienta alrededor del lugar donde se cocina.
Funciona como un buffet, o sea cada uno va a buscar en un plato lo que quiere que el cocinero le prepare, tantas veces como quiera.
Yo creo que ya harto de mis innumerables viajes con cosas para cocinar, en el último de ellos el cheff me dijo “preparalo vos”.
Me fue guiando paso a paso y fue divertido, sobre todo estar ahí en el centro cocinando mientras todos alrededor miran.
Aparte de todo, estaba rico, como le dije al ponja: “me salió mejor que a vos”.
Debe ser el kimono.
Pido de rodillas y humildemente que sepan disculpar…
[audio:paco.mp3]Me hicieron un reportaje en la radio de Rosario.
Yo ya me había preparado un gran discurso demonizando la Argentina, hablando mal del diario Clarín y de la cultura allá, de la corrupción, la falta de educación, etc.
Glorificaría Holanda en particular y Europa en general, hablaría grandes cosas de la socialdemocracia y tiraría bombas antimusulmanasy hasta me atrevería a decir promasónicas, pero el triste y trivial resultado es simplemente este:
Un sketch de Les Luthiers empezaba diciendo
El cantante de color… negro…
Yo no dejo de observar que en las series de televisión de los últimos años siempre hay un negro, un latino, un judío, un puto y un indio.
Aparte de los blancos, es claro.
Todos tienen que estar representados, y más de una vez el jefe es el negro.
Ya no se puede decir negro sin temor a ser tachado de racista.
Un debe decir persona de color.
El problema no somos los blancos, el problema son los otros, que imaginan escuchar un de mierda a continuación.
Yo soy testigo de gente haciendo malabares linguísticos para evitar decir que fulano es judío, y me da un poco de verguenza ajena.
Es como dar por descontado que judío es una mala palabra que debe ser evitada.
Es como la famosa madre de un conocido (bueno, mi mamá) que dice
Fulano de tal… es judío… no, no soy racista, de hecho lo son la mayoría de los premios Nobel… son admirables…
Un negro debe ser llamado negro. Debieran estar orgullosos de ser llamados así, pero por algún motivo se averguenzan.
Me pregunto por qué será. Es claro que también me contesto.
El otro día me invitaron a celebrar la pascua judía a la manera tradicional.
Me hicieron poner un ridículo gorrito improvisado en la cabeza y escuchar largas historias bíblicas, fábulas y algunas frases en un hebreo aprendido sin que supieran con exactitud qué significaba.
Lo hice con mi mejor onda y humildad.
Las horas pasaron y se empezó a hablar del golpe del ’76 y los nazis.
No sé cómo llegamos ahí, pero la cosa es que a alguna gente le gusta ir al choque y a debatir.
A mí me encanta.
Me dí cuenta, y no por primera vez, pero de una manera flagrante, que los judíos son tan racistas como cualquier cristiano hijo de vecino.
Ante la pregunta “¿Qué harías si en esta mesa hubiera sentado un nazi?” respondieron desde que le partirían una botella en la cabeza hasta cosas más graves.
Esa es la gente que piensa que todos los alemanes son nazis.
Son tan culpables como los que piensan que todos los judíos son de mierda.
No hay nada que los diferencie.
Yo creo que el racismo está basado en la intolerancia (es claro que estoy diciendo una perogrullada).
Y creo que esa intolerancia es mutua, sólo que es más evidente de parte de quien tiene la fuerza o el poder.
Yo vivo en Amsterdam desde hace 13 años y sé muy bien cuán racista es el comportamiento de los marroquíes que forman sus propios ghettos, tienen sus tiendas tradicionales, se visten según su usanza, no aprenden el idioma local y no se mezclan con los nativos.
Eso es ser racista.
Es claro que a la larga se van a sentir discriminados, pero partiendo de la base que son ellos mismos los que se autodiscriminan.
Es obvio que jamás accederán a los mismos empleos que un holandes o un ingles.
Es evidente que nunca van a estar en el mismo escalón social.
Van a trabajar de verduleros o taxistas, porque al no integrarse no acceden ni siquiera a la misma educación, información, entorno cultural que un europeo.
Lograrán solamente que la gente los mire con creciente antipatía y rencor.
Yo al menos los miro así.
Yo hace tiempo que me cansé de ser políticamente correcto.
Yo le digo negro de mierda al negro de mierda y negro al negro.
Y si el negro quiere sentirse que es una mierda sólo por tener su color, el problema es suyo, no mío.
El otro día fuí a despedir a Ruti (por un par de días solamente!) al aeropuerto de Amsterdam y ví un decorado donde había una maniquí disfrazado de Rembrandt pintando en su atelier.
Sobre él, un cartel con letras enormes decía:
“¿Lo recordarán a Usted en 400 años?”
Eso me hizo recordar al genial Borges, que dijo (lo recuerdo desde la memoria, con sus imperfecciones, pero la idea está intacta)
“Homero no murió en el momento de su muerte. Homero morirá cuando muera la última persona que lo recuerda.”
Y también una página donde hacia el final dice
“Hechos que pueblan el espacio y que tocan a su fin cuando alguien se muere pueden maravillarnos, pero una cosa, o un número infinito de cosas, muere en cada agonía, salvo que exista una memoria del universo, como han conjeturado los teósofos.
En el tiempo hubo un día que apagó los últimos ojos que vieron a Cristo; la batalla de Junín y el amor de Helena murieron con la muerte de un hombre. ¿Qué morirá conmigo cuando yo muera, qué forma patética o deleznable perderá el mundo? ¿La voz de Macedonio Fernández, la imágen de un caballo colorado en el baldío de Serrano y de Charcas, una barra de azufre en el cajón de un escritorio de caoba?”
Fantástico epitafio escrito por John Arbuthnot en la tumba del coronel Francis Chartres, muerto en Escocia en 1732
Sigue corrompiéndose AQUI
EL CUERPO de FRANCIS CHARTRES,
Que, con INFLEXIBLE CONSTANCIA,
E INEVITABLE UNIFORMIDAD de Vida,
PERSISTIO
A pesar de las ENFERMEDADES y de la VEJEZ,
En el ejercicio de TODOS LOS VICIOS HUMANOS,
Salvo la PRODIGALIDAD y la HIPOCRESIA.
Lo preservó de la primera, su insaciable AVARICIA,
De la segunda, su incomparable DESCARO.
No fue menos eminente
En la constante Depravación de sus Costumbres
Que certero
En la acumulación de RIQUEZAS,
Porque, sin PROFESION ni OFICIO,
Sin el MANEJO de DINEROS PUBLICOS,
Y sin un CARGO que justificara un SOBORNO,
Adquirió, o, mejor dicho, creó
UNA FORTUNA DE POTENTADO.
Fue la única Persona de su Tiempo,
Que supo DEFRAUDAR sin la Máscara de la
DECENCIA
Y conservar su MEZQUINDAD prístina
Cuando tuvo MILLONES.
Habiendo merecido en todos sus días la HORCA por lo que
hizo
Finalmente fue condenado a ella por lo que no pudo
hacer.
¡Oh, Indignado Lector,
No creas que esta Vida ha sido inútil para los Hombres!
La PROVIDENCIA hizo prosperar al MAS INDIGNO DE TODOS
LOS MORTALES
Y fue Cómplice de sus execrables Designios,
Para dar a la Posteridad
Una PRUEBA y EJEMPLO insignes
Del ínfimo valor que tiene
Una RIQUEZA ENORME
A los ojos de DIOS.
“Créame, morirse debe ser somatizar en serio”
A. Bioy Casares