Mis 3 propósitos para 2008
1- Dejar de procrastinar.
¡El tiempo, referí!
Encontré este suelto en el diario La Capital, de Rosario.
Yo también tengo mi aporte para hacer, a continuación de la nota.
Como es claro que estoy totalmente de acuerdo con esta propuesta, quiero aportar mi idea sobre cómo mostrar que al jugador se le quita la tarjeta digamos verde: imagino que lo mejor es sacarle una tarjeta digamos blanca, o para estar más acorde a la realidad que esta tarjeta quiere mostrar (la limpieza del jugador de toda tarjeta) podría ser digamos transparente, de acrílico o similar… digamos.
Progreso
Ética
La ética a ultranza es un acto de soberbia.
¡Los creacionistas tenían razón!
Informativo
Lechuga!
Poesía automática
Tierno amor que al despertar se asoma
No traiciones el tan tierno aroma
Que al verde sacude firme de la mar.
Dulce, terco y testarudo acero,
acaso no guardas con esmero
las ciento hojas del redomado ardor?
Ah, cuantos pisos movedizos,
Rojos cascos, monalisos
tanto tiempo y sin saberlo
No al viento, no al tormento!
Si tu fueras, triste y pia
casual como un alma troglodita
tal vez, sabiendolo aquel día
dirías “juro!” por la patria mía!
Encuesta de Clarín
Continuando con el tema del post anterior a éste, y como agudamente notara Mordi en su comentario a él, quiero pegar aquí una captura de la encuesta del día de hoy de Clarín que me parece digna de atención.
En ella se sugiere intencionalidad política en la condena al capellán de la bonaerense von Wernich, justamente castigado a pesar de la espera de 25 años.
¿Quién es responsable de esto, Clarín o la empresa encuestadora?
No me cabe duda de que el primero, lo que es gravísimo en un medio de comunicación masiva.
Lo que deja leer entre líneas esta encuesta es repudiable, como también lo es la respuesta dada por la mayoría de los lectores.
Evidentemente Clarín está teniendo éxito con su prédica.
Sólo un 29,2% descarta intencionalidad política en la condena: eso es la minoría de la población.
Argentinos: estén preparados, porque van a volver. Tarde o temprano van a volver.
Y muchos de ustedes van a cambiar cacerolas por desfiles y banderas muy celestes y blancas. Igualitas a esas que se agitan sólo en los mundiales de fútbol.