Ustedes pensaban que yo había ganado la lotería.
No.
Sin embargo, ya sé lo que pasó: Estuve preparándome para dar el salto el Martes pasado al universo paralelo en el que me ganaba la lotería, y me preparé con tanto ahínco que al momento de saltar me pasé uno o dos universos (de puro atolondrado) y fui a parar a uno en donde no ganaba. Fue sólo un error de cálculo que trataré de evitar la próxima vez, como cuando uno se cambia en la cola del supermercado.
Lo peor de todo esto: si me quedaba en el universo en el que estaba antes del salto me ganaba 13,50 €, que es algo al menos.
Rousseau vs Guille
Rousseau dijo en El Contrato Social “El hombre nace bueno, la sociedad lo corrompe”, y yo pienso exactamente al revés: “El hombre nace y es hijo de puta, la sociedad (eventualmente) lo tempera”.
Duda existencial
¿Por qué los pasamanos de las escaleras mecánicas van más rápido que las escaleras?
Aviso
El próximo Martes 13 de Septiembre del corriente me gano la lotería.
Lo escribo para que mis poderes premonitorios consten.
Rápidamente
Así, a la que te criaste, un post para agradecer a todos los que me quieren y a vos. Sí, a vos, chiquita, que me estás leyendo ahora y mientras buscás casi con desesperación una nueva línea mía estás casi desconsolada, y tus lágrimas se detienen al borde de la comisura de tus ojos cuando llegan finalmente a este mensaje PERSONALIZADO.
A vos, cosita de papá, que estás pendiente de esas entrelineas que nadie entiende ni nadie entenderá porque están destinadas sólo a VOS.
Para vos, que de tanto buscar encontrás; que de tanto encontrar cualquier ausencia te desespera llevándote al borde de la muerte en vida por INANICIÓN VERBAL.
Sí, a vos, en fin, que te regodeás con estas letras de molde que no dejan de brotar a pesar de la hora, sino por ella, y que están así fríamente impresas por un tiempo en la FRAGILIDAD del éter pero para siempre en tu alma y en tu corazón ETERNOS.
Sin dejarme llevar por lo ignominioso de la banalidad dosymediadelamañanaesca te digo a vos que esto que crees creer que es lo que no es, no deja un poco de ser lo que no crees que creas que pueda ser.
No estés desconsolada. El consuelo se encuentra y para peorpositivisticamente se encuentra a la vuelta de cada esquina, a pesar del existencialista que vive ahí mismo.
A vos, que no sos pero que quién sabe.
Nadie ni nadies.
Ni siquiera vos, ni yo, ni el de acá a la vuelta.
Ni tampoco el que mira con un ojo a través de la mordedura de mis uñas.
En realidad yo menos que nadie. Sólo el ojo ese que ahora se movió del índice al meñique sólo para disimular
Ojo maldito que estás en los cielos y en todos lados y ni yo ni vos ni cosita pueden cerrar.
Así nomás, de sopetón y frente march, uno para adelante, dos para atrás.
Invocando
Para lograr que venga a nosotros la inspiración artística una manera muy efectiva es cerrar los ojos estando sentado en una silla giratoria y empezar a dar vueltas mientras se cuenta hasta un número x. Llegado ese número (cada uno sabrá cuál es) habrá llegado la inspiración.
Otra manera consiste en tirarse boca abajo en un piso de baldosas frías dejando que caiga la baba de nuestra boca hasta formar un gran charco.
También funciona perder la vista en el vacío. Este método es difícil porque al vacío no es fácil encontrarlo en estado natural. También puede ser problemático porque andá a encontrar la vista después de perderla en el vacío. ¿Quién se mete ciego ahí a buscarla?
Una forma más segura (pero al mismo tiempo buscar la seguridad es aburguesarse) es ponerse un sombrero y fumar una pipa caminando por el parque de noche. Se pueden ver muchos artistas en busca de inspiración utilizando este método, desconociendo el presente autor el resultado obtenido por ellos.
Dicen también, aunque esto no lo he intentado, que unos hongos mágicos abren puertas y ventanas a las musas esquivas.
Otros se sientan hora tras hora a garrapatear sobre el papel trazos sin sentido, en la esperanza de que los duendes se apiaden al fin de tanta porfía.
Yo intento sin sutilezas una combinación casi siempre azarosa de algunos de estos métodos y quizá algún otro, sumada a alguna cábala secreta (incluso para mí).
No hay caso.
Publicidad de L’Oréal
Soledad
Bueno, listo, ahora sí: desconexión total.
Me voy al campo, lejos del ruido urbano, la prisa cotidiana, la costumbre de la rutina.
Voy en busca de PAZ.
De SOLEDAD.
De INSTROSPECCIÓN.
Aprovecho las inmejorables condiciones que se me ofrecen para trabajar en un artículo que estoy escribiendo y que llevo en mi notebook. Total, si me llama mi editor me puede encontrar en el móvil, o si me quiere mandar un email lo recibo en mi palm, total puntos Wi-Fi hay en todos lados por acá…
¡Por fin voy a estar aislado y sólo!
Para Bach basta la “A”
Esto me lo pasó un amigo hace un montón. El apellido del amigo… ¡Nadra! Cosa de mandinga.
Bach alcanzaba a trabajar cantatas sacras hasta pasada la mañana. Trabajaba hasta sacar caspa, mas faltaban ganas para abarcar danzas mas galanas, sarabandas, marchas bávaras, cha-cha-chá.
Andaba tras Caldara para afanar “baladas a la tana”. Calcaba amalgamas, tan al pasar… ¡pasmaba tanta mascarada banal!
¡Jamás avanzaba! Trabajaba al azar, para saltar a la fama (para dar más, Bach cargaba blanca a paladas, trazaba la carta astral, cantaba mantras, llamaba a Alá, alababa a Abraham, al Lama, al Papa, clamaba Paz. Amaba ganar plata, mas ganaba para zafar”)
La campana armaba jarana al pasar la mañana.
Bach bajaba al bar, mangaba Brahma al barman (jamás pagaba…) barajaba cartas, ¡las barajaba tan mal! (barajaba cartas “marcadas”. Bach amaba la trampa. ¡Armaba tantas macanas! La cana andaba atrás para allanar la casa… camaradas hablaban:“- ¡¡Acabará tras las vallas!!”)
Mas Bach zafaba… hablaba tan galán… daba charla a las damas, las galanaba (para palparlas), las transaba, las pasaba a la sala baja para cargar tanza, Bach bajaba la caña… Arrasaba al pasar, tan al ras la capa nácar-lavanda. ¡Hasta saltaba al Yamaha, para acaparar a la sala! Las fans mandaban cartas. ¡Bach la gastaba!
Ana, la amada, avalaba la casa a la mañana.
Plantaba plantas a carradas. Plantaba alfalfa, albahaca, calas, habas, calabazas, zarzas… tantas plantas… Lavaba, planchaba sábanas, calzas, mantas, batas, faldas… ¡nada mal!
Armaba placards, armaba canastas. (Las tartas… ¡ah!… flan, palta blanda, lasagna a la salsa blanca, papas saladas, bananas a la marsala, amasaba pastas… ¡rabas al pan! ¡Para lastrar hasta acabar!)
La llamaban “La Araña”.
Mas largaba la plancha a la baranda al cantar las altas cantatas. Cantaba hasta apagar la lámpara al alba. Al cantar daba paz, mas… cantaba nasal. Mandaba la garganta atrás, hasta rajarla, hasta las gárgaras. Hasta Galán la llamaba para cantar pavadas baratas al canal. ¡Cantaba bárbara!
¡Ah! Bárbara… Bárbara, la amada pasada, arrastraba a Bach a las canas blancas. Ana la pasaba mal, trabada, flaca, cara-larga, la palabra “Bárbara” la atragantaba, la raspaba, la dañaba. Sabrán… Bach andaba mal para la cama. Trataba, mas la panza sacaba las ganas. Las mañanas pasaban… Bach bajaba al talar las altas ramas cargadas para abrazar a Ana, mas al bajar…la palabra Bárbara… ¡Ah, alma sangrada!
Ana tramaba largar a Bach. Faltaba armar la trama macabra. Mas al calar la playa… ¡Yastá! ¡Al Mar! Ya saltaba al catamarán, ya nada la ataba a Bach
-“¡Basta! ¡Jamás amarás fantasmas!”- graznaba. Las amarras daban al mar… ¡Ah, drama carnal!
Ya zarpaba, mas Bach rajaba a las zancadas, saltaba, alzaba las gambas hasta la panza para alcanzarla. Dálmatas ladraban al pasar. Hasta las cabras balaban. Daba arcadas, saltaba, pasaba rampas, rasgaba las mangas…
– ¡”Ya va, ya va!”
– “¡Calla!” – bramaba Ana – “¡Alacrán carcamán !”
¡Faltaba más! Para sanar al alma, las palabras vanas darán al mar. Allá van, a las alas claras, al más allá…
-“¡Pará!, ¡pará!….” – Bach ya amagaba a nadar para alcanzarla, jalaba la barca.
– “¿Parar? ¡Nada, canalla! ¡Para ganar batallas faltan agallas!”
Alcanza a Ana hasta agarrarla cara a cara, sana, salva, la abraza (tal gran santa), la
abalanza al arpa, la calma al cantar:
– “¡Sana, sana, amada Ana, bancá calmada la nana, sanará mañana!”
– “¡Bach!” – Ana ya clavaba dagas – “¡Basta! Acá manda Ana. Mañana sacás la plata, la banca dará aval cabal. Faltará acabar las cantatas… ya sabrás… la lancha para Bahamas gasta nafta a patadas.”
– “Ana…largá la cantata…largala… ¡cantá jazz!”
Ana larga la gran carcajada, carga la jarra, al clamar las palabras:
– “Bach, ¡andá a la balanza para bajar la panza! ¡Andá a cantar a la hamaca a rayas a la cal! Para acá, para allá, para acá, para allá… ¡ja, ja! Cantá la Bamba para mamá, la Lambada para papá, la Balsa, la Zamba para la Pampa, La Raspa… Andá a la plaza, a La Paz, sacá la Tarka, arma bandas para cada Carnaval. Andá a Canadá, a Bagdad, a Alaska, a Alcalá, a Salta, a Catamarca, a Alabama, a Panamá, mas… ¡rajá! ¡Amala a Bárbara!”
Teoría de conjuntos
Creo que un pasaporte no indica que pertenecemos a un país, sino que no pertenecemos al resto de los países.