Hermosa música

Escuché una música muy graciosa, hecha en sintetizadores imitando orquestas terríblemente sinfónicas en las que básicamente se usa mucho el sólo de violoncello en clave de do en cuarta a dos voces con violines que no pasan de la cuerda de sol.
Me reí mucho.
No encontré temas pero sí tonalidades (lo que es raro en el siglo XXI aparte de la música popular).
No pude reconocer ninguna forma, pero eso quizá sea bueno, porque de haberla reconocido hubiera sido un adefesio.
Encontré mucho modo menor interrumpido por percusiones extemporáneas sacadas de un ataque de histeria que se confunde con pasión.

Muy divertido (bueno, 10 segundos son suficientes. Luego es mucho más divertido ver Family Guy).

Chillout

Anoche cenaba en lo de Fabi y de fondo sonaba la Chillout Radio con sonidos inconexos.

Cambiamos opiniones con él sobre si eso es arte o no (ya imaginarán cuál es mi opinión) y le prometí para hoy un tema en esa tónica.

Este es el resultado, hecho en media horita, que posteo acá sólo con carácter ilustrativo, y para demostrar que cualquier gilún puede “componer” música.

El tema se llama Fabian

[audio:Fabian.mp3]

Una Sorpresa

Hacía mucho tiempo que un CD no me sorprendía como el que descubrí la semana pasada en Bretagne.

Es maravilloso, siendo músico desde hace tantos años, ser aún capaz de ser golpeado emocionalmente de manera tan primitiva y sutil al mismo tiempo.

Ahora ya nunca podré olvidar los paisajes de Finistère (qué hermoso, Finis-Terrae: fin del mundo, lo fue alguna vez para aquellos a los que el horizonte les parecía demasiado lejano como para ser desafiado).

Ahora cada vez que escuche esta música recordaré como paseábamos por estos increíbles paisajes, todos mudos y atónitos, reverenciando el sonido del comienzo del barroco, o del fin del renacimiento, que sus límites no son tan precisos como las rocas del fin del mundo.

Fin del mundo

Y para el que se atreva, cuando encuentre un momento contemplativo e íntimo, alejado de lo cotidiano y trivial, aquí un clip que debe ser escuchado hasta el fin.

[audio:Dextera Domini fecit virtutem.mp3]

Barroquizad el mundo, oh, hijo, oh, mío.

Gacias al señor HighToro que me dió generosas instrucciones sobre cómo hacer esto, ahora tendrán que soportar torturas infinitas en mi afán de hacerles “probar lo bueno”.

Como primer ejemplo, vaya acá el primer movimiento del concierto para CLAVE y orquesta de J.S.B.*

[audio:BWV1052-1.mp3]

* J.S.B. son las iniciales de Johann Sebastian Bach, como YA sabrán.

Lo que no mucha gente sabe es que también son las iniciales de JeSús Bendito, ya que algunos musicólogos consideran a Bach como el verdadero mesías y enviado de Dios (algunos, exacerbados por herejías, lo consideran el mismo Dios).

Estos estudiosos (a los que adhiero) consideran que su lenguaje no serían meras palabras entendibles para todo hijo de vecina, sino este nuevo idioma, más perfecto, más universal y sobre todo (y sabiamente) más hermético.

Ya lo dijo algún pseudo-profeta: “El que quiera oir, que oiga”.

Esto es prueba ¿?

No estoy seguro que una prueba sólo sea una prueba. Muchas veces una prueba se convierte en algo permanente. O mejor dicho probar es de tal modo una constante que el proceso se hace rutina y al final con la excusa de que es todo una prueba, nunca hacemos nada definitivo.