El 29 de Diciembre nos fuimos con Ruti a Roma, quizá no la ciudad más hermosa que conozco pero sin duda la que más me emociona cada vez que la visito.
Por algún motivo, el hotel que habíamos reservado terminó sus actividades 1 semana antes de nuestra llegada, y tuvimos la suerte de que nos reubicaran en un lugar excepcional: el Palazzo Massimo. Teníamos un departamente completo para nosotros en un edificio histórico del s.XVI
Esta es una vista del patio de entrada
En un lugar así, lleno de inspiración, a 50 pasos de Piazza Navona y la misma cantidad de Campo de’ Fiori, la cosa no podía ser mejor.
Como siempre, caminamos sin parar pero a ritmo de disfrutar cada lugar
A continuación, mi conversión espontánea a la religión
Hubo también shopping abusivo en lugares como éste
Las plazas de Roma son maravillosas todas. Acá la Piazza della Rotonda, donde está el Pantheon.
Y el 31 a la noche nos fuimos a un restaurante en el Trastevere que está en la casa donde vivió La Fornarina, quien fuera amante de Raphael.
Parece ser que a esa casa también iba de vez en cuando Michelangelo, y me parece que estuve sentado en su silla. Creo.
Bebimos y comimos como la última cena (cosa que era, al menos de ese año) y yo vagamente recuerdo haber tomado unas 2 botellas de vina, más algo de prosecco y champagne.
Terminamos el año de la mejor manera posible, y comenzamos 2008 del mismo modo. A ver si aguantamos este tren, y aunque no hayamos tirado la moneda en la fontana di Trevi, volver a Roma lo antes posible.