Continuando con el tema del post anterior a éste, y como agudamente notara Mordi en su comentario a él, quiero pegar aquí una captura de la encuesta del día de hoy de Clarín que me parece digna de atención.
En ella se sugiere intencionalidad política en la condena al capellán de la bonaerense von Wernich, justamente castigado a pesar de la espera de 25 años.
¿Quién es responsable de esto, Clarín o la empresa encuestadora?
No me cabe duda de que el primero, lo que es gravísimo en un medio de comunicación masiva.
Lo que deja leer entre líneas esta encuesta es repudiable, como también lo es la respuesta dada por la mayoría de los lectores.
Evidentemente Clarín está teniendo éxito con su prédica.
Sólo un 29,2% descarta intencionalidad política en la condena: eso es la minoría de la población.
Argentinos: estén preparados, porque van a volver. Tarde o temprano van a volver.
Y muchos de ustedes van a cambiar cacerolas por desfiles y banderas muy celestes y blancas. Igualitas a esas que se agitan sólo en los mundiales de fútbol.
Monthly Archives: October 2007
Los diarios, otra vez
Volviendo a uno de los temas con los que más me gusta ensañarme, hoy encontré un ejemplo visual concluyente.
Creería que todos los argentinos están al tanto de que ayer terminó el juicio al cura capellán de la dictadura, von Wernich.
Este juicio es de una gran importancia para el país: se trata de juzgar por primera vez la cooperación de la iglesia católica con la dictadura que mató a 30.000 personas durante los años 1976/1983.
Se trata de finalmente hacer clara la hipocresía de la iglesia (hermanos y hermanas, en este caso de la católica, pero todas las religiones son igual de hipócritas, no os engañéis) y su papel fundamental durante los peores años de la historia argentina.
¿Es necesario explicar más?
Es un veredicto fundamental de cara al futuro y a las generaciones por venir.
Es un testimonio que le dirá a los hijos de nuestros hijos lo valientes o lo cobardes que fuimos a la hora de encontrar y castigar a los culpables sin temor a su enorme y todavía presente poder.
¿Qué medio de información no se haría eco de esto en letras grandes?
El País, de España, mostraba esta mañana esta portada
Incluso El Mundo, un diario bastante berreta y también español, registraba tan importante noticia
La Nacion, de Buenos Aires, un diario que aprecio mucho y me parece el mejor de Argentina, mostraba
¿Y Clarín? ¿Qué había en la tapa de “El gran diario argentino”?
Bueno, primero esto
tuve que bajar y seguía esto
más abajo, finalmente, la noticia más importante del día, de la semana, del mes y quizá del año.
Claro, esto no es así para Clarín. Para ellos que Los Andes haya ganado un partido en la división B es más relevante. O que no seamos favoritos de los franceses en el rugby.
Sí, ya sé que rompo las bolas con este tema.
No me importa.
Siento que alguien tiene que decir algo, al menos desde un modestísimo blog personal.
¡¡Wilhelm Friedemann ataca de nuevo!!
Hete aquí un video de mi ex-profesor y actual gran amigo, junto a un servidor, tocando el primer movimiento del concierto para 2 claves de Wilhelm Friedemann Bach
Cómo robar un cuadro
Esta nota apareció en el diario El País, de España, a mi juicio el mejor diario en idioma español.
En una noche despejada del año 212 antes de Cristo, las puertas de la ciudad de Siracusa se abrieron de golpe ante el empuje del ejército de la Roma republicana. Los muros se rompieron y los soldados romanos irrumpieron en el recinto, agazapados y en bloque como un enjambre de arañas, una red acorazada que se extendió sobre las piedras relucientes de la ciudad.
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Estos muchachos de Chávez…
¡Cómo te quiero, Clarín!
Desde hace aproximadamente 1 semana empecé a recolectar algunos titulares del diario Clarín, inmensa fuente de inspiración patrioteril, diario que aúna lo peor de los argentinos.
Podría llenar mucho espacio copiando sandeces sin importancia como por ejemplo “Otro día complicado para viajar en subte”, que aparece literalmente a diario en primera plana y que me imagino información que la gente varada en las estaciones de subte debe agradecer mucho.
También podría anegar este post pegando las infinitas variaciones de titulares de fútbol sin la mejor relevancia (¿o la tiene?) como “River no quiere bajarse del camino de la Victoria” o “Argentinos gritó fuerte en La Paternal”, “noticias” muchas de estas cuyos títulos tienen grandes veleidades literarias.
Es curioso cómo el periodista que más se afana por ser poético en sus notas y títulos es el deportivo: le sale para el culo, pero tan mal le sale que ya han creado una “poética del deporte” propia.
Todos sabemos que lo más importante en el Universo para los argentinos, o al menos para los medios argentinos, es el deporte: no hay otra cosa que pueda superarlo.
Cuando yo aún vivía en Argentina, una vez mi papá (por otro lado gran seguidor mío en mi vida artística) no vino a escuchar un concierto mío muy importante porque jugaban Argentina contra Colombia.
Yo no puedo luchar contra eso, y me da una gran sensación de impotencia irremediable. Diciéndolo de otra manera, me da mucha rabia.
Sin embargo, los peores titulares del pasquín este del que hablo son los que aparte de esta rabia me dan asco y verguenza ajena:
El Manchester United de Tevez lo ganó sobre la hora
Real Madrid festejó de la mano de los argentinos
El Inter de los argentinos ganó y llegó a la puntaLa NBA ya palpita una temporada bien argentina
Creo que esto conjuga a la perfección dos de las propiedades más deleznables de los argentinos: la superficialidad que le hacen apreciar el deporte como el hecho fundamental de sus vidas, y el chauvinismo fanfarrón típico de personas con un tremendo complejo de inferioridad.
Como digo, no puedo luchar contra esto de otro modo que escribiendo un post, o haciendo algo similar.
Es claro que he intentado escribiendo alguna carta de los lectores al mismo diario, pero jamás me han contestado. ¿Qué otra actitud esperaría de un argentino con poder o dinero?
Cualquiera de ustedes podría decirme con razón que no lea este diario, pero quizá haga click en su dirección con una especie de afán sadomasoquista, o tal vez porque leyéndolo confirme diariamente todas las razones por las que no vivo en Argentina.