Rembrandt y yo

Rembrandt

El otro día fuí a despedir a Ruti (por un par de días solamente!) al aeropuerto de Amsterdam y ví un decorado donde había una maniquí disfrazado de Rembrandt pintando en su atelier.
Sobre él, un cartel con letras enormes decía:

“¿Lo recordarán a Usted en 400 años?”

Eso me hizo recordar al genial Borges, que dijo (lo recuerdo desde la memoria, con sus imperfecciones, pero la idea está intacta)

“Homero no murió en el momento de su muerte. Homero morirá cuando muera la última persona que lo recuerda.”

Y también una página donde hacia el final dice

“Hechos que pueblan el espacio y que tocan a su fin cuando alguien se muere pueden maravillarnos, pero una cosa, o un número infinito de cosas, muere en cada agonía, salvo que exista una memoria del universo, como han conjeturado los teósofos.
En el tiempo hubo un día que apagó los últimos ojos que vieron a Cristo; la batalla de Junín y el amor de Helena murieron con la muerte de un hombre. ¿Qué morirá conmigo cuando yo muera, qué forma patética o deleznable perderá el mundo? ¿La voz de Macedonio Fernández, la imágen de un caballo colorado en el baldío de Serrano y de Charcas, una barra de azufre en el cajón de un escritorio de caoba?”

Epitafio

Fantástico epitafio escrito por John Arbuthnot en la tumba del coronel Francis Chartres, muerto en Escocia en 1732

Sigue corrompiéndose AQUI
EL CUERPO de FRANCIS CHARTRES,
Que, con INFLEXIBLE CONSTANCIA,
E INEVITABLE UNIFORMIDAD de Vida,
PERSISTIO
A pesar de las ENFERMEDADES y de la VEJEZ,
En el ejercicio de TODOS LOS VICIOS HUMANOS,
Salvo la PRODIGALIDAD y la HIPOCRESIA.
Lo preservó de la primera, su insaciable AVARICIA,
De la segunda, su incomparable DESCARO.
No fue menos eminente
En la constante Depravación de sus Costumbres
Que certero
En la acumulación de RIQUEZAS,
Porque, sin PROFESION ni OFICIO,
Sin el MANEJO de DINEROS PUBLICOS,
Y sin un CARGO que justificara un SOBORNO,
Adquirió, o, mejor dicho, creó
UNA FORTUNA DE POTENTADO.
Fue la única Persona de su Tiempo,
Que supo DEFRAUDAR sin la Máscara de la
DECENCIA
Y conservar su MEZQUINDAD prístina
Cuando tuvo MILLONES.
Habiendo merecido en todos sus días la HORCA por lo que
hizo
Finalmente fue condenado a ella por lo que no pudo
hacer.
¡Oh, Indignado Lector,
No creas que esta Vida ha sido inútil para los Hombres!
La PROVIDENCIA hizo prosperar al MAS INDIGNO DE TODOS
LOS MORTALES
Y fue Cómplice de sus execrables Designios,
Para dar a la Posteridad
Una PRUEBA y EJEMPLO insignes
Del ínfimo valor que tiene
Una RIQUEZA ENORME
A los ojos de DIOS.