Ya sé que hace siglos que no escribo.
Como defensa, vaya mi apoyo incondicional al
Manifiesto del mal blogger
¡Bloggers del mundo, únanse a este manifesto!
¿Están hartos de que les recuerden lo mal que llevamos nuestro blog?
¿Están hartos de los viejos consejos de siempre? (escribe regularmente, ten una temática definida, haz entradas concisas, etc…)
Porque teniendo en cuenta que:
I. Nunca vamos a conseguir miles y miles de visitas ni, muchísimo menos, ganar dinero con nuestro blog, ni conseguir el Pulitzer.
II. No creemos que la calidad de un blog venga marcada por su número de visitas ni por la cantidad de páginas que lo enlacen.
III. Sabemos y aceptamos que el 80% de nuestras visitas procederán de nuestros colegas, y estamos felices con ello. (O como mínimo, nos conformamos)
Y, sobretodo:
IV. No escribimos para satisfacer al lector, sino para satisfacer nuestras ansias de escribir y comunicar. Si sólo a diez personas les gusta nuestro blog, estaremos tan felices como si les gusta a mil.
Manifestamos que:
V. El miedo a que un post no guste provoca una retorcida forma de autocensura. Una autocensura que coarta nuestra libertad artística y comunicativa. Nosotros no somos medios de comunicación forzados a vigilar nuestra popularidad. Tenemos el privilegio de no tener miedo al mercado ni a las críticas… ni al olvido. ¡No lo tengamos!
VI. Es posible que seamos felices si uno de nuestros post se hace popular y se difunde por la blogosfera. Pero nos comprometemos a no buscarlo, ni escribiendo lo que consideráremos más popular, ni de ninguna otra forma.
VII. Somos personas complejas, no maquinas especializadas. Por ello, escribiremos aquello que nos parezca interesante compartir, sin importar su temática ni su idoneidad.
Y, en resumidas cuentas:
VIII. Este es mi blog.
IX. Yo me pago y me doy el vuelto.
X. Si a alguien no le gusta, que no lo lea.