A media asta

Sólo una de entre tantas posibles reflexiones.
Todos podemos discernir la diferencia entre “comprender” y “justificar”.
Creo que podemor comprender las causas de lo que pasó hoy hace 30 años en Argentina, pero para justificarlo, aunque más no sea en un 1%, la condición previa es que la persona en cuestión haga la necesaria autocrítica como para considerarse un hijo de puta.

Diccionario

Posible ejemplo de cómo evoluciona el idioma y cambia el diccionario.

Definición de hoy, 2006:

Contursi (Pascual) Poeta, autor teatral y cantor aficionado (1888–1932)

Dentro de 100 años:

Contursi: v. (Qué me ~) Úsase coloquialmente para inquirir la opinión del interlocutor:
“Rebautizaron Plaza Kirchner, ¿qué me contursi?”.
Debe ser evitado en temas de seriedad y gravedad.

Desmitificando

Siempre recuerdo con dolorosa nostalgia las reuniones familiares de mi niñez, las fiestas de fin de año, los cumpleaños y los sábados en lo de mis abuelos.
Son una época gloriosa de mi vida y me imagino que de la vida de mucha gente.
Todo tiempo pasado fue mejor, aparentemente, y más de una vez me he sorprendido llorando por haber perdido esos momentos para siempre.
Sin embargo a veces hablo con Fabi, mi hermano querido, y nos decimos: “dejemos de mitificar nuestro pasado”, así o con otras palabras.
A veces hablo con amigos acá en Holanda y sigo sorprendiéndome al escuchar que me dicen “mi hermano, el retardado (the retarded)” o “mi padre es un mal tipo”.
No puedo evitar la sorpresa, pero poniéndonos (poniéndome) a pensar me digo que es mejor, más honesto y más sano afrontar la realidad.
Yo recuerdo mi pasado y mi familia con todo el amor del que se es capaz. Mi familia gringa me educó en la certeza que mi familia era la mejor, la más buena, honesta, generosa, intachable, y virtuosa.
La verdad es que sin duda más de uno en ella han sido flor de hijos de puta (y de la suya, señor o señora, también) y seguramente no todos los hijos de puta de mi familia hayan desaparecido ni dejen de aparecer. O retardados. O anoréxicos. O lo que sea.
Lo cierto es que a mis 37 años me cansé de cuidar castillitos de naipes de cualquier brisa.
Los castillos son castillos y se bancan hasta donde se bancan los embates de vientos y ejércitos.
Si no se lo bancan es porque no merecían llamarse castillos.
Serían una simple ilusión construída endeblemente y que dependían en su totalidad de nuestra habilidad para no permitirles afrontar la intemperie de la realidad.
Si tengo que reconocer que alguno de mis nonos (así se dijo siempre en mi casa, con una sola ‘n’) fue un malparido, o uno de mis hermanos es un terrible sorete a quién jamás le dirigiría la palabra si no se hubiera dado la casualidad que nació del vientre de mi misma madre (por dar dos posibles ejemplos…) no veo por qué no hacerlo.
En última instancia a quién quiero engañar con esa falsa imágen de felicidad de cristal de Murano? A mi misma familia? A mis amigos, que me quieren como soy? A mis colegas, que aprecian (y toleran) mis méritos? A gente que casi no me conoce y mucho menos conoce a quienes pretendo pintar con acuarelas?
Ah, no, qué idiota soy…

A mí mismo.

Más futbol

De Clarín, el pasquín argentino:

Maradona dijo presente en un partido a beneficio
Diego Maradona volvió a deleitar a los amantes del buen fútbol. Esta vez, El Diez demostró todo su talento en un partido amistoso […] No hizo goles y erró un penal […]

Cultura para todos

Ayer escuchaba en radio Mitre que una nueva señal de televisión en China permitiría a los argentinos allí poder seguir los torneos de futbol a tanta distancia.
El Señor Embajador expresó su opinión al decir “me alegro por la decisión, ya que el futbol es expresión de cultura, y al final la cultura es lo único que queda en un pueblo”.
Yo sinceramente me quedé de una pieza y con esa impotencia que da por ahí leer Clarín, de querer llamar y ser escuchado y decir “señores, esto es una idiotez, por dios!”.
No pude. Me quedé con la típica bronca.

[Spoiler]

Yo sé que muchos me odiarán por esto, pero no importa, total vivo lejos:

Me alegro de que Argentina haya perdido hoy.

Deseo de todo corazón que a Argentina le vaya mal en el futbol. En el futbol y en los deportes, si es que los deportes (sobre todo el nombrado) son la única razón para sentirnos cerca y argentinos.
Son lo único en lo que coinciden todos los medios para que sean sus titulares de primera plana (algo no visto ni siquiera enn Brasil!!).
Me acuerdo de esa propaganda de C@c@ C@l@ en la que los enemigos clásicos (amante y cornudo, arbol y leñador, gato y perro) se abrazaban por el hechizo encantador del futbol argentino.
Su slogan era algo así como: “El futbol es lo único que no une”.
Dieron muy bien en el clavo, che, a pesar de los demagógico de la propaganda (no a pesar de eso sino por eso, lo que habla muy claro de lo que se trata la demagogia y de a qué público apunta).
Yo no puedo creer que eso sea lo que nos una.
Yo nunca jamás ví a los argentinos unidos salvo para un partido de futbol.
Yo nunca ví pararse al país como con un partido de futbol.

Lo deploro. De corazón.

Si deseo que a Argentina le vaya muy mal en el futbol, es sólo porque no puedo comprender como no haya otras razones para tirar para el mismo lado.

Así que, de corazón, de onda, con todo mi amor y mi cariño por Argentina: VAMOS BRASIL, TODAVÍA!!!!!!