Pensé en Tino (no nombro el apellido ¿para qué, si todos saben de quién hablo? Del día a la noche conoció la fama que lo desairó en vida) y lo asocié a Gino Renni, un hombre talentoso. Vi que tiene un sitio en internet con fotos y canciones. Las fotos son todas medio parecidas, lindas, como esa en la que aparece alimentando su pájaro campana, o esa otra en la que se lo ve con un vaso de whisky (me parece que es ice tea diluído, pero el efecto es groso) y también recapacitaba en la fama, ese efecto de masas en menor o mayor medida que hace y deshace.
Pensaba también que no sé si no sería más conveniente en el caso de la palabra “deshace” escribir a secas “desace”. No, ahora que la veo escrita no.
Volviendo al tema Gino Renni, su sitio comienza con “Artista completo, si los hay” y me dio un poco de envidia. Bah, no, envidia no.
¿Gino Renni estará medio barbudo, con un pantalón vaquero medio viejo y medio con olor a chivo sentado en una Pentium II con conexión dial-up escribiendo el texto de su site?
Capaz que está fumando, tomando ice tea en vasos de whisky, cansado porque no se le ocurre más que poner y por ahí hace una pausa y se va a ver unas fotos medio pornos, sórdidas, de cosas raras.
Recordará épocas más o menos doradas, de juventud y belleza (que, no nos engañemos, son la misma cosa) cuando hacía fotonovelas y soñaba con un futuro de gloria que no le llegaría.
Pensará que quizá todavía esté a tiempo de dar el batacazo y saltar de la noche a la mañana a la cresta de la ola. Si pudiera al menos por un día, o un rato al menos.
Entonces piensa que quizá haya cosas que no lo ayuden: la edad, haberse quemado en patéticos papeles como en Mesa de Noticias o hacer siempre de salame, cosa que hazte la fama y échate a dormir.
Eso, aparte está medio dormido pensando en todo eso porque a pesar que son tipo las 2 y media de la tarde, anoche se quedó mirando televisión hasta el final de la programación y tomando cantidades industriales de ice tea, que para colmo lo hicieron levantarse a mear 3 (tres) veces a la noche.
Una de las veces que se levantó a mear se quedó un rato en el baño medio pensativo y se fumó un cigarrillo, haciendo unos planes que de golpe le vinieron a la mente, como llamar a un representante o mandarle un email a Sofovich. No. ¿Se murió o no? Hugo se murió. Cagamos. Ma sí, que me llamen ellos. Me voy a dormir otra vez.
Pero la cosa es que a esa edad uno se desvela y nada te duerme de nuevo, así que dando vueltas en la cama (solo) y pensando cosas, medio caóticamente, porque salta del representante a una mina que vio en el club y por ahí se acuerda que pobre Hugo y por un momento ni me acordaba que se había muerto. Ma sí, lo llamo a Gerardo que por algo son hermanos. No, eran hermanos. ¿No te acordás que Hugo se murió? ¿Y si me muero yo también? O sea ¿y si me mato? No, pobre Hugo. Pobre Tino. Por ahí por un par de días se acuerdan pero después mirá lo que pasa. Al pedo.
Aparte lo de la fama es algo tan relativo. ¿Quién es famoso, para qué y para quienes?
“Artista completo, si los hay” me gustó por más que sonara a frase hecha. Bueno, en realidad es una frase hecha. O sea, eso de “si los hay” es lo que suena a frase hecha, porque si no fuera así, ponete a pensar que literalmente no tiene mucho sentido. Al menos no en mi caso, que me la pasaba haciendo fotonovelas.
Me acuerdo que hasta era divertido, porque no se preparaba nada. Nos juntábamos en casa de alguien, a veces en la misma casa hacíamos 3 o 4 fotonovelas, ni la ropa nos cambiábamos, pero una incluso la vendieron en Turquía. Venía el libretista (¡libretista!) y decía “ponete acá” y sacaban fotos.
Una vez dijeron que la fotonovela iba a ser en colores y me acuerdo que me puse como más nervioso que de costumbre y hasta ensayé solo frente al espejo. Las caras. Tipo cara de enojado, hacía varias poses, no siempre mirando al espejo, a veces mirando para el costado, pero con el rabillo del ojo me miraba a ver si era satisfactoria.
Me encantaba porque pensaba que ese era el primer paso al estrellato.
El camino era: fotonovela-fotonovela color… y después se abrían infinitas posibilidades.
Es cierto que sólo eran los 2 primeros pasos pero con 2 pasos uno aprende a caminar ¿no?
Mierda, las 5 de la mañana. Mañana no me levanta nadie. No. No me levanta nadie. ¿Y quién me va a levantar si estoy solo como un perro? Aparte ¿para qué me quiero levantar? Bueno, tendría que llamarlo a Gerardo o mandarle un mail al menos. Tendría también que actualizar la web. Me olvidé de poner eso de la fotonovela en Turquía y por ahí vale la pena mencionarlo. ¿Para qué? Nunca se sabe, por ahí lo lee alguien. ¿De Turquía van a leer mi página en español? Aparte no creo que se hagan más fotonovelas. Bah, qué se yo, yo en una época leía las mías y si bien es verdad que por un tiempo me pareció que el género tenía algo de artístico que haya pasado por etapas de leer fotonovelas no me hace un conocedor del tema. Capaz que se siguen haciendo, aunque a esta altura, sobre todo después de Foderone della Sasizza ¿quién me va a pedir que haga de galán? Galán maduro, podría ser, pará que me agarro otro ice tea, me miro al espejo y te digo. Ma sí, yo ya no me duermo más y aparte para qué si mañana no tengo nada que hacer ¿Dónde está el smoking? Mierda, la última vez que me lo puse me olvidé de mandarlo a la tintorería y acá está el lamparón de las épocas que el vaso estaba lleno de whisky y no de ice tea. Como pasa el tiempo. Hace como 3 años y aparte, la puta, no me entra. Al menos el saco me tiene que entrar, total el espejo no es de cuerpo completo. Así sin afeitar no me favorece, pero si me afeitara… Si, me tendría que pintar esas canas. No ¿para qué? Habíamos dicho que iba a ser de galán maduro y unas canas no vienen mal. Pará; “unas” canas, pero esto es el acabose. ¿Se alquilarán smokings en algún lado? Porque lo que podría hacer es alquilarme uno por un día y sacarme unas fotos, como para mandar de prueba a esas revistas. Pero ni sé si siguen existiendo. ¿Dónde están todos? Puta, yo me acuerdo que en mis tiempos sonaba el teléfono y me llamaban, al menos para saludar. Bueno, no me puedo quejar, el otro día iba en el ómnibus y me reconocieron, incluso a pesar de que tenía los lentes oscuros. ¿Cómo no voy a tener lentes oscuros si esa noche tampoco había dormido? Un desastre era yo esa mañana, y la señora no estaba segura que yo fuera yo y me pidió que me sacara los lentes. Me miraba con una ilusión, pobre… Me puse los lentes lo más rápido posible porque ya había otra gente que miraba y se murmuraban cosas, aparte que el ómnibus iba medio lleno y yo ya me bajaba. Me bajé una parada antes, de todos modos. No porque me equivocara, pero la señora me estaba poniendo nervioso y me reconocía de programas de televisión en los que nunca trabajé. No, yo no era de No Toca Botón.
Otro, otro que se murió. Olmedo. Ese es un tipo que la hizo bien. Hasta morirse.
¿Y yo para qué me voy a morir si todavía quién te dice?
Mañana alquilo el smoking y me hago las fotos esas. Lo llamo a Sofovich. No, le mando un mail y le explico que estaba de viaje y no pude ir a lo del pobre Hugo cuando pasó. No, mejor no le explico nada, de todos modos seguro que ni se dio cuenta que yo no fui.
Mejor me voy a dormir ¡Dios, el tiempo ni pasa, las 5 y cuarto!
¿Igual para qué? Para no pensar al menos y estar fresquito mañana y ver si consigo el smoking ese. Este me tira bastante de la sisa, aparte del lamparón ese que ya no creo que salga. Bah, no se nota tanto, tampoco, aparte que estas cosas se usan de noche y disimula. Por ahí me puedo poner el pantalón negro del traje con el saco este y zafo, total para unas fotos…
Ah, si, me tiro en la cama así nomás, total ya me levanto en un ratito. Pará la máquina, Gino (hasta yo me llamo con mi nombre artístico, completo si los hay) y descansá un ratito, que mañana tenés un día a full. Pobre Hugo.